16 años ya, aita.
Hay tanto qué decir pero está casi todo dicho.
Solo que sepas, que aquí seguimos, recordándote todos los días, de una manera, o de otra, siendo parte de ti, fruto de ti y siendo partícipe de nuestra forma de actuar constantemente, consciente e inconscientemente. ¡Te veo en Gorka, en ama, en mí (y cada día más), en tanta gente que no sabía que te conocieran tanto! ¡Estás tan presente! Ager me dijo, el otro día que sus aitites habían muerto, pero que él ya les conocía y cómo se llamaban, Iñaki y Félix.
Pero no pienses que nos regocijamos en lo ya pasado, en la pena de que no estés físicamente entre nosotros, ¿eh? Qué va, procuramos aprovechar el momento, nos queremos, nos apoyamos y disfrutamos como los que más, que eso también lo aprendimos.
Los chavales bien y ama y Gorka, los mejores, no he podido tener más suerte con ellos. ¡Estoy tan orgulloso!
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