Un año más y aquí acudimos fiel a la cita de tu recuerdo, por escrito, el otro, el mental, el verbalizado, el humano, ese es una constante.
Este año ha sido en cuanto a lo colectivo difícil y especial, mientras que en lo personal y familiar creo que hemos sabido canalizar todo esto bien y seguimos con los pilares de siempre, fuertes y quizás gracias a que son lo suficientemente flexibles para adaptarse y absorber los golpes, tambaleándose un poquito de vez en cuando. Lo que sí corrobora este año, es lo que hemos ido aprendiendo años atrás, da igual lo que haya fuera y lo que haya dentro, siempre hay que disfrutar de la vida y aprovecharla.
Hoy hasta llueve por aquí y hay restricciones, pero salimos.
Maite zaitugu, aita! Ez adiorik!