Los grupos de comunicación no paran, cada vez engullen a más medios y crecen sin parar. Leía antes de ayer que Vocento había comprado el diario gratuito Qué, y aunque ya he hablado muchas veces de música libre, y de todo lo que lleva el término libre, me apetece lanzar unas reflexiones.

Como sonríen todos, qué contentos… y qué cosas curiosas, que escribiendo gratis, regalando lo que escribes, se pueda hacer dinero.

Y debe ser que sí, porque en el Gran Bilbao con menos de un millón de habitantes hay cinco publicaciones gratuitas diarias: ADN, 20 minutos, Qué, Nervión (también Grupo Correo), y Metro.

Un amigo de Donosti, de padre bilbaino me suele decir: «Bilbao es una ciudad», y alucina con muchas cosas que ve en Bilbao, y considera llena de posibilidades. No quiero ni pensar todo lo gratuito que se repartirá en Madrid o París.

En una ocasión escuché en un evento para empresas de Internet, decir a un empresario «…este producto es calidad… aunque no es software libre: no somos una ONG«. Me quedé helado, y le respondieron pronto desde el público: «Yo no soy una ONG, hago software libre, y de ahí comemos X familias».

Hace años escuché hablar de la Economía de la atención, lo que queremos es captar la atención del lector, y eso es lo que vale dinero, no necesariamente tienen que comprar lo que leen o escuchan, sino que lo importante es la atención.

Poco a poco se van viendo movimientos en el sentido de lo libre, y es que cuando leo noticias como esto no puedo dejar de compararlo con el tema de la música.

Imaginaos que El Correo, el grupo Prisa y demás en vez de ver la posibilidad de los diarios gratuitos como forma de hacer publicidad, y hacerlos rentables, que hicieran como la SGAE, y creasen una Sociedad General de Prensa Escrita y Televisión.

Todos los diarios gratuitos serían vistos como competencia desleal, y deberían estar asociados bajo una ley creada por los grupos de comunicación tradicionales.

Deberían pagar un canon por repartirse en la calle, y los bares deberían pagar también por ofertar gratuitamente junto al café el echar una ojeadita a los deportes o a las esquelas.

Buff, y ayyy del columnista del diario tradicional que tiene blog, o escribe en un diario gratuito. ¡Qué se ha pensado! Cómo baja el caché y pone en peligro nuestro sistema de PPL (pago por leer), y haciendo por ahí horas extras… Y con un blog… ¡vamos! No no, le queremos en exclusividad, que no piense, y que escriba las 400 palabras dos veces por semana que le pedimos, ¡carota!

Eso de sacar imágenes de nuestros periódicos en la tele, y leer los titulares en antena se ha acabado. Si queréis sacarlo pagáis.

Nada de versión de Internet, gratis, ¿y actualizando cada cierto rato porque sino se van a otro diario? El que quiera leernos que pague el eurípide, o que vaya a uno de nuestros Bares Asociados de la Sociedad General de Prensa Escrita y Televisión.

Vamos, tras estos desvaríos lo que vengo a decir es que no entiendo que el gobierno y las leyes que crean, amparen un modelo caduco y los demás sectores se tengan que buscar la vida. Yo trabajo en una empresa de alojamiento web, un sector muy competitivo donde también hay alojamiento web gratuito, y sin embargo hay que ser competitivos… bajo la ley del mercado.

Si habéis llegado hasta aquí, lo merecéis: ¡Buen fin de semana a todos!

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