Os parecerá grandilocuente el titular, pero en las pasadas fiestas de Bilbao conocí a un chico colombiano al que le habían concedido el asilo político por estar perseguido en su país, a través de unos amigos.
Se puso en contacto con un parlamentario vasco, Rafael Larreina, a través del blog de éste para pedir auxilio, y éste movió los hilos hasta que finalmente Jorge, así se llama el chico, ha llegado a Euskadi como refugiado.
Al final parece ser que los blogs e Internet también valen para esto. En vez de Blogs and Beers (quedadas de bloggers se llaman así, blogs y cervezas), esto es más Blogs and Tears (Blogs y lágrimas).
La historia ha salido en Meneame, y aquí la podéis encontrar completa:
Otra forma de hacer política.
interesante